Tres mujeres del turismo rionegrino le ponen valor agregado a su producción

Un nuevo rumbo

Lucrecia Barzi forma parte de la Bodega Humberto Canale, un establecimiento que nació hace más de 100 años con la llegada del tío abuelo de su padre a la Patagonia y en la que actualmente trabajan ella y sus hermanos: "Yo me dedico a todo lo que tiene que ver con la comunicación, el turismo y los negocios online, pero empecé casi sin quererlo hace unos seis años, porque yo tenía otro trabajo pero me enamoré cada vez más de este lugar y de todo lo que es el proceso del vino. Me encantó poner mi energía en este proyecto familiar".

Desafío laboral y personal

En el rubro vitivinícola provincial la presencia femenina va en incremento. En este ámbito también se desempeña Valeria Pinto, trabajadora administrativa de Viñedos del Lago Pellegrini, en Cinco Saltos. "Yo siempre administré empresas pero nunca lo había hecho en una bodega, entonces para mí era todo nuevo así que me puse a investigar todo lo que es la parte de la vitivinicultura y la apertura del lugar al turismo. Me atrajo la idea de armar algo nuevo, fue un desafío hermoso para explotar", dijo.

Aunque los resultados obtenidos fueron sumamente favorables, Valeria se encontró con algunas dificultades en el camino para lograr sus objetivos: "Tratar de insertar a la bodega en el comercio fue difícil, pero pudimos entrar al negocio y atraer gente para que la conozca, así como también agregar distintas actividades como las visitas guiadas. Me inserté y me parece apasionante el mundo del vino, aunque aún queda mucho por descubrir y por hacer".

Emprender en familia

Sobre la Cordillera rionegrina, Mónica Milohanich es una de las personas fundamentales de la dulcería Cabañas Micó, un emprendimiento fundado por sus padres en El Bolsón hace casi cuatro décadas en el que actualmente trabaja toda la familia: "Yo estudié para contadora y volví a la ciudad para trabajar en la empresa familiar, no sólo en lo que compete a mi profesión sino también haciendo gestión de la organización. Mi pasión pasa por trabajar en familia, porque priorizamos las relaciones pero también que el emprendimiento vaya saliendo adelante. Trabajar juntos nos potencia y nos hace ir creciendo a todos", contó.

Con el paso del tiempo la dulcería creció y se expandió, sin dejar de lado una de sus características distintivas: "Nuestra empresa se caracteriza por tener mayoría de mujeres en casi todos los puestos y juntos vivimos a diario un grado de responsabilidad y compromiso muy alto", concluye Mónica orgullosa.