Política
Amor y dedicación, claves para cuidar a las personas mayores
María Elena se formó en una profesión que la apasiona: ser cuidadora de los adultos mayores. Ella, como sus colegas, saben que todo parte del amor.
Fecha: 10 de enero de 2019
Sierra Grande tiene 20 nuevos profesionales para cuidar a los adultos mayores. Son cuidadores polivalentes que acompañan diariamente a personas con discapacidad, con patologías crónicas o con enfermedades invalidantes, partiendo de un objetivo: mejorar su calidad de vida, asistiéndolos en sus actividades básicas.
La idea es que permanezcan en su hogar el mayor tiempo posible, conservando sus roles familiares y sociales.
María Elena Justo, cuidadora de Sierra Grande, tuvo la oportunidad de capacitarse en lo ama. “Trabajo con adultos mayores desde hace diez años, y hoy pude capacitarme en lo que amo. Me formé para poder tener un respaldo, una matrícula; que la gente sepa que yo estudié y me fui superando en el ámbito laboral y personal”.
Ella, como sus colegas, destaca que la clave de todo es el amor y la dedicación. Por eso lamenta el abandono que sufren muchas personas mayores: “Más allá de que tengan familia o hijos, muchos de estos adultos se encuentran en un abandono total. Por estos motivos es que se genera un vínculo más que especial entre el paciente y el cuidador”, indicó.
“Hay muchos adultos mayores que necesitan de nosotros y de nuestros cuidados. Gracias a la capacitación que pude obtener se amplío mi sistema laboral; puedo desempeñarme en casas, con personas ambulantes o con obras sociales, y tener otra entrada más de dinero para mi vida y mi familia”, agregó.
Viviana Pereira, subsecretaria de Adultos Mayores, destacó la importancia de tener personas capacitadas. “La formación de recurso humano capacitado para el cuidado de adultos mayores, posibilidad que anteriormente no existía en Sierra Grande, es uno de los objetivos de la cartera. Buscamos jerarquizar la atención y además, brindar una alternativa laboral a quienes lo necesiten”.
El Ministerio tiene además, la atribución de incorporar las matrículas en el registro de las obras sociales, ampliando el universo laboral.
“Gracias a los cuidadores domiciliarios se puede retrasar lo máximo posible la internación de los adultos en instituciones, brindando una buena calidad de vida para ellos.”, finalizó.