Los internos intentaron huir cuando debían arrojar la basura, tarea que desempeñan como parte de la limpieza del complejo. En ese momento, eran acompañados por personal penitenciario que fue atacado.
El rápido accionar de los guardias en conjunto con el personal que realizaba trabajo de control, evitó que los internos lograran su cometido. Cuando se redujo a los autores, se constató que tenían armas blancas de creación propia.
El suceso fue contenido eficazmente por el trabajo de control que el Servicio Penitenciario lleva adelante en todos los establecimientos de ejecución penal de Río Negro.