Jornada sobre el programa "Familias Solidarias" en la Universidad de Flores

“Familias Solidarias” es un programa del Ministerio de Desarrollo Social destinado a chicos que son separados de sus familias biológicas. 

Se trata de una iniciativa que forma parte del trabajo que viene realizando el equipo técnico de la cartera social, en virtud de garantizar el acogimiento familiar a aquellos jóvenes que se encuentran dentro de un entorno familiar con características de extremo riesgo y donde sus derechos son vulnerados.

En esta oportunidad, se reunieron los referentes de General Roca, Cipolletti y Bariloche, que es donde se implementa esta modalidad. Según Viviana Pereira, secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, se está trabajando para que en Viedma también se pueda trabajar con este programa. “Hoy nos reunimos con el fin de abordar estrategias de planificación y difusión de este programa que se implementa nivel nacional desde el 2003”.

“Hoy, con la nueva legislación del Código Civil, el trabajo del programa es más claro, porque en primer lugar nos da a los órganos proteccionales mayor atribución, ya que ahora somos nosotros los que establecemos las medidas. Por eso nos reunimos y realizamos estas jornadas que sirven para profundizar nuestra política de trabajo. Nuestro objetivo es tener más familias solidarias y menos chicos en los centros infantiles, donde el menor termina institucionalizado”, explicó.

“Para ser parte del programa se pueden inscribir en los órganos proteccionales. No es necesario que haya matrimonio, puede ser una persona sola y tener en claro que es transitorio, el niño o niña no puede ser adoptado. Lo importante, además, es que cumpla con los requerimientos psicológicos y sociales que el menor necesita”, agregó.

El dispositivo tiene como objetivo brindar un hogar temporario y transitorio a niños, niñas y adolescentes y en donde predomine el afecto, la contención, la seguridad y el cuidado bajo condiciones de respeto y responsabilidad, tanto al acogido como al grupo familiar de origen, preparándolo para volver con su familia una vez que las circunstancias lo permitan.

“El objetivo siempre es que el niño regrese a su familia de origen, muchas veces se tiene mala información respecto al programa y por eso ha sido una modalidad que ha costado mucho, sobre todo por los prejuicios y los preconceptos, por eso siempre se necesitan más personas que se inscriban y tengan ganas de realizar un acto de amor por el otro”, finalizó.